La OTAN descarta volver a combatir en Afganistán
La Organización mantendrá 12.000 soldados hasta finales de 2016 por la tensa situación en la región.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, descartó en Kabul que las tropas de la Alianza Atlántica vuelvan a entrar en misión de combate en Afganistán, pero prometió ayuda "a largo plazo" para el país asiático y aseguró que es "flexible" en su asistencia.
"Nuestra misión no combativa continuará, pero la OTAN no retornará a misión de combate", afirmó en rueda de prensa en la capital de Afganistán, donde la alianza mantendrá cerca 12.000 soldados hasta finales de 2016, un año más de lo previsto, en medio de la creciente inseguridad en el país.
Stoltenberg explicó que resulta más efectivo capacitar a las fuerzas afganas que desplegar "un gran número" de soldados internacionales para combatir en su lugar y aplaudió su actuación durante el "desafiante 2015".
El pasado año, el primero después de que las fuerzas afganas tomasen el relevo de la seguridad en el país de manos de la OTAN, estuvo marcado por un aumento de la violencia y el avance talibán en diversos puntos del país.
El director general de la Alianza Atlántica también vaticinó un "difícil 2016" para Afganistán debido a los "diversos problemas" que enfrenta, si bien aseguró que las tropas afganas "son capaces de responder a las amenazas".
Por otro lado, Stoltenberg valoró los "recientes signos de progreso" en el diálogo de paz afgano, un proceso que calificó como "clave" para obtener una seguridad sostenida en Afganistán.
El Grupo a Cuatro formado por Pakistán, Estados Unidos, China y Afganistán anunció que preveía una reunión directa con los talibanes para principios de marzo, pero los insurgentes rechazaron participar, impidiendo hasta el momento la resurrección de un proceso en suspenso desde el pasado julio.
En cuanto al Gobierno presidido por Ashraf Gani, aseveró que "está ganando fuerza" pero advirtió de que su "éxito a largo plazo" requiere reformas anticorrupción, electorales o en el ámbito de los derechos humanos, "especialmente de las mujeres y niños".
En su intervención en la rueda de prensa conjunta, el dirigente afgano se comprometió, por su parte, a implementar reformas y mejorar las "capacidades y profesionalismo" de sus tropas.
Afganistán vivió en 2015 uno de sus años más sangrientos, con un número récord de 11.000 muertos y heridos, el más alto desde que se contabilizan, mientras que los talibanes ganaron terreno en varios puntos del país, incluido el norte, tradicionalmente fuera de su control.
En esta zona, alcanzaron el pasado septiembre su mayor logro militar desde el comienzo del conflicto en 2001, cuando la invasión estadounidense acabó con el régimen insurgente, la toma temporal de la ciudad de Kunduz.
Al margen de la misión de la OTAN, Estados Unidos tiene a unos 9.800 soldados en Afganistán, de los que cerca de la mitad permanecerán más allá del final del mandato del presidente estadounidense, Barack Obama, en enero de 2017.
EFE